Hitler Y El Nazismo

Los últimos y oscuros días de Adolf Hitler durante el Tercer Reich, mientras caía su poder militar, y se desvanecían los delirios de poder infinito del dictador.

Finalizada la Campaña del norte de África, los Aliados deciden que el siguiente paso ha de ser la invasión de Italia, comenzando por Sicilia. El 10 de julio de 1943, al mando de Dwight Davis Eisenhower, tropas británicas y estadounidenses desembarcan al sur-este de la isla y la ocupan en poco más de un mes. La invasión aliada de territorio italiano provoca que, el 24 de julio, el rey de Italia Víctor Manuel III ordene la detención de Mussolini y nombra al mariscal Pietro Badoglio nuevo presidente del país. El nuevo gobierno italiano va a iniciar enseguida conversaciones para una paz con los Aliados que culminarán el 3 de septiembre cuando se firme el Armisticio entre Italia y las fuerzas armadas aliadas, habiendo sido mantenidas en secreto para no alertar a Hitler.

Una operación británica para tomar un puente sobre el río Rin estaba planeada para el 17 de Septiembre de 1944, sin embargo a menos de una semana de la fecha señalada existían ya importantes problemas. Los planes británicos habían subestimado la cantidad de provisiones que la operación requería y se vieron forzados a recomendar al comandante supremo que se pospusiese la ofensiva una semana. Eisenhower sabía que la resistencia alemana se estaba endureciendo cada día y que cualquier retraso supondría una defensa alemana más fuerte y un creciente número de bajas aliadas.

Diciembre de 1941. Con la esperanza de sacar partido al caos creado tras Pearl Harbor, el comandante de submarinos alemanes Karl Donitz ordena que cinco de sus buques recorran tres mil millas para lanzar un ataque sorpresa directo a los buques de la costa atlántica de los Estados Unidos. Liderando el grupo va un joven y agresivo oficial, el Teniente de navío Reinhard Hardegen, que lleva a cabo una ambiciosa misión: un ataque al corazón de los barcos estadounidenses, en el muelle de Nueva York.

Ataque nuclear Los días 6 y 9 de agosto de 1945, comenzó para la humanidad una nueva época. No sólo porque marcaron la rendición de Japón frente a Estados Unidos y el fin de la II Guerra Mundial, sino porque, tras el lanzamiento de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, la humanidad vio nacer una nueva época donde el terror a la destrucción total de la civilización marcada o las generaciones venideras. Los juicios de Nuremberg Tras la conquisto de Berlín por las fuerzas soviéticas y el desmoronamiento del III. Reich, los crímenes cometidos por el nazismo a lo largo de 6 años de guerra debían ser pagados. Para ello, se constituyó un Iribunal, sin precedentes en toda la historia legal, que habría de juzgar estos delitos con el fin de evitar que el hombre pudiese volver a cometer los mismos errores. La vuelta a casa A pesar de que la guerra ya había concluido y que en Europa volvía a reinar la paz, las secuelas, no sólo físicas, sino también psicológicos de la dura contienda vivida por los soldados,

Con material procedente de las grabaciones privadas que se realizaban en el entorno mas cercano al Führer, 'La vida secreta de Adolf Hitler", nos ofrece una Impactante realidad sobre la frivolidad con la que se vivía el día a día en las altas esferas del podido nazi durante el desarrollo de la II Guerra Mundial.

La Batalla de Nueva Bretaña En la isla de Nueva Bretaña, los japoneses tras su arrollador impulso a través delpacífico habían establecido una Importante base de operaciones que no sólo amenazaba el Pacifico Sur, sino todo el continente Australiano. Conscientes de ello y con la Intención de acabar con la presencia japonesa en la zona, los marines, actuando junto a la Marina ya las fuerzas aereas lanzaron una espectacular ofensiva a través de los junglas y los manglares de la Isla. En las costas de Iwo-lima En 1945, las derrotas de las potencias del eje era ya una cuestión de tiempo, pero, mientras que en Europa las tropas alemanas se rendian a miles, en el Pacifico, la desesperada resistencia Japonesa se hacía mayor con cada isla que conquistaban los americanos. Así se llegó a la Isla de Iwo Jima, una fortaleza practicamente Inexpugnable, que puso a prueba todo el valor y la tenacidad de los marines en su rumbo a Tokio. Esto es Guadalcanal Si la batalla de Midway supuso un frenazo al expansionismo japonés

Desde 1939, las potencias aliadas habían caído una a una bajo la Implacable bota nazi, sólo Inglaterra resistía sola frente a' un enemigo que no tenía compa-sión con sus víctimas y que estaba decidido a dominar completamente el con-tinente europeo. No obstante a partir de 1942, con las derrotas de Midway, Stalingrado y El-Alamein, los paises aliados comprendieron que su enemigo no era invencible. Estas victorias hicieron que los aliados no sólo frenasen el ataque del eje, sino que les permitió prepararse para una carrera que "en Europa tenía un destino final, Berlín. Desde las costas de Normandía, hasta el mismo centro de Alemania, pasando por París y la épica defensa de la Ardenas, un conglomerado internacional formado por americanos, británicos, franceses, canadienses, checos y polacos entre una Infinidad de naciones, lograron una victoria que todos los países aliados ansiaban desde el Inicio de la contienda.

Tras el ataque japones contra Pearl Habor ( el 7 de diciembre de 1941, los Estados Unidos entraron en la guerra de forma directa. Sin contar con un ejercito plenamente equipado debían enfrentase al hecho de tener que librar una guerra en dos frentes, y en el del Pacifico habrían de luchar en solitario, a través del océano más grande del mundo, frente al bien pertrechado ejército japonés en un combate donde continuamente se combinaban los ataques terrestres, aéreos y navales, para poco a poco, ir avanzando lentamente hacia Japón. Ahora, la única fijación americana era la derrota total del Japón y su rendición incondicional ate las potencias aliadas

La carretera de Stilwell En 1931, tras el incidente de Mudken, el Imperio de Japón, comenzó una de las campañas más largas y duras de toda la II Guerra Mundial, la invasión de China. China por aquel entonces era un país dividido y débil, aunque contaba con un gran potencial económico y demográfico, era, no obstante una potencia adormecida Pero, tras la rápida invasión japonesa, y la brutalidad con la que esta se produjo, el pueblo chino se unió y comenzó una lucha sin cuartel que sólo acabaría con la expulsión total de !os invasores del territorio chino. La batalla de China A pesar de no contar con una difusión tan extendida como la de otros frentes, lo cierto es que el Sudeste asiático fue uno de los principales puntos estratégicos de la II Guerra Mundial. Su control, era vital tanto para los aliados, que aseguraban una ruta de suministro para sus fuerzas en el Pacifico y China, como para las potencias del Eje, que buscaban cortar estas rutas.

La noche del 24 de marzo de 1944, del campo de concentración nazi de Stalag Luft III, se fugaron setenta y seis prisioneros de guerra aliados, la mayoría pilotos de aviación. Testigos de los hechos, arqueólogos, ingenieros de minas y miembros actuales de la RAF, reconstruyen esta gran evasión.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el Frente del Mediterráneo cubrió la lucha entre las potencias aliadas y las Fuerzas del Eje por conseguir el dominio del mar Mediterráneo y de los países ribereños. Los combates entre la Italia fascista de Benito Mussolini (apoyada por la Luftwaffe y los submarinos alemanes de Adolf Hitler) contra la Royal Navy y la RAF (reforzada a partir de 1942 por Estados Unidos), caracterizaron el frente naval del Mediterráneo. En el sur de Europa, las campañas fallidas italianas en los Balcanes, motivaron una intervención alemana que concluyó con la subyugación del Reino de Yugoslavia y el Reino de Grecia. En el norte de África los alemanes del Afrika Korps y sus aliados italianos se enfrentaron a los británicos por el control de la Libia Italiana y el Reino de Egipto. La guerra de partisanos en Yugoslavia y Grecia, la conquista aliada de África del Norte y la consecuente invasión del Reino de Italia en 1943, completan este frente de la guerra que tuvo una importancia primordial para

Con la actuación estelar del Teniente Clark Gable, América Combate nos ofrece una visión privilegiada del día a día en la vida de los pilotos de bombarderos 5-17 norte-americanos en sus bases de Inglaterra, su preparación y entrenamiento, así como los peligros a tos que deben hacer frente en las continuos misiones de bombardeo sobre la Europa ocupada.

En este documental Capra muestra con gran solvencia el cómo y el por qué los Estados Unidos fue un país reticente a entra en la II Guerra Mundial hasta el 7 de diciembre de 1941. Acompañado de datos procedentes de diferentes encuestas, se muestra un paulatino cambio de actitud respecto a la intervención en la guerra a medida que la agresión de las potencias fascistas se hace más evidente y sólida y los amaricanos ven peligrar su libertad y su modo de vida.

ras la Invasión de la Unión Soviética en 1941, las potencias dei eje parecían no contar con oposición, pero en una ciudad a las orillas del Volga, Stalingrado, los alemanes comprobaron como el ejército soviético detuvo su retirada y se preparó para una defensa feroz de la ciudad. Una resistencia que fue más allá de lo militar para comvertirse en un símbolo en todas los paises aliados.

Esta pieza documental dirigida por Frank Capra y dividida en dos partes, el director nos da a entender las motivaciones y la ejecución de la campaña más grande de cuantas tuvieron lugar en la II Guerra Mundial, la invasión de la Unión Soviética por parte de las fuerzas nazis y sus aliados. Tras una rápida victoria en los Balcanes, los alemanes acometieron una arrolladora ofensiva que les llevó hasta los suburbios de Moscú. Pero con lo que no contaron los alemanes en sus planes iniciales fue la tenacidad con la que el pueblo ruso defendió su tierra y sus ciudades, en especial Leningrado y Stalingrado, para, a partir del invierno de 1942, lanzar una gran contraofensiva que marcaría el inicio de la derrota alemana en el frente oriental. La Gran Batalla del Volga (1945) Dirigido por MARIA SLAVINSKAYA Duración 66' Tras la invasión de la Unión Soviética en 1941, las potencias del eje parecían no contar con oposición, pero en una ciudad a las orillas del Volga, Stalingrado, los alemanes comprobaron como el ejército

En la victoria sobre los nazis, tan vitales fueron las ofensivas de los aliados, como los suministros que desde Estados Unidos viajaban a través del Atlántico para abaste-cer a los tropas que combatían contra Alemania. Una ruta que discurría a lo largo de más de 5.000 kilómetros, en los que no solo había que hacer frente a las imprevisibles condiciones climáticas, sino, sobretodo, a los temibles U-Boats alemanes, una de !as más eficaces máquinas de guerra de la historia.

La batalla de Inglaterra fue un conflicto bélico de la Segunda Guerra Mundial en el que se enfrentaron principalmente las fuerzas de la Alemania nazi contra el Reino Unido entre julio y octubre de 1940 en una serie de combates aéreos sobre el canal de la Mancha y el espacio aéreo británico. El bando alemán contó con el apoyo italiano. El resultado de la batalla fue la victoria británica frente al intento alemán de destruir la RAF inglesa (Royal Air Force), ya que era un objetivo militar necesario para realizar con éxito la invasión de Gran Bretaña en la Operación León Marino con un asalto anfibio. La batalla de Inglaterra se prolongó hasta el período comprendido entre septiembre de 1940 y mayo de 1941 caracterizado por el bombardeo alemán sobre el Reino Unido denominado Blitz.

Tras el estallido de la segunda guerra mundial provocada por la invasión alemana de Polonia, el régimen nazi continúa con un avance imparable a través de Europa invadiendo Noruega, Dinamarca y los Países Bajos en una auténtica marcha militar que parece no tener fin hasta que llega a Francia, una nación que a pesar de su prestigio no goza de la voluntad de lucha no de los ejércitos de antaño y que finalmente se verá obligada a aceptar una capitulación que resarcirá a los alemanes de la humillantes paz de 1918

Durante la Segunda Guerra Mundial, los grandes directores y artistas de Hollywood, fueron los encargados de realizar documentos propagandísticos que justificaran su entrada en la escalofriante guerra. De su talento surgió una serie de documentales prácticamente inéditos, que hoy desembarcan en ABC como una colección única, de valor incalculable. Los ojos de FRANK CAPRA, JOHN FORD, JOHN HUSTON y las voces de Clark Gable, Burguess Meredith o del mismísimo Ronald Reagan, entre otros, nos cuentan lo que vivieron.