Podría Ser Mejor

Los cabros del Podría, junto a la Piwi del podcast Te Calmas (@tecalmas_) conversan sobre varias cosas (incluyendo Naruto y a Linkin Park). También le muestran unos dibujos que hiceron, pero eso tienen que ir verlo al youtube.

Los cabros del podría repiten la formula que les ha dado tantas victorias: vender drogas. Y más encima, aprovechan su tiempito libre para responder las preguntas de la gente.

Nuestros héroes del podría volvieron, cargados de muchas verdades que ya era hora el mundo supiera. El TueTue es real y le hizo mucho daño a la historia de nuestro pais, o que todos los pacos son bastardos, son un ejemplo de esto.

Tras entrar en un agujero negro, el Podría Ser Mejor despertó en una misteriosa jungla... bosque, o lo que sea ese lugar con muchos árboles. Disculpen la ignorancia. Luego de una aventura en el espacio, que culminó en Esteban disparándole a Simón mientras el Seba compraba charqui, ahora deben encontrar de manera urgente un hospital y más importante, el local de completos de la tía Castrola.

En esta ocasión los cabros deciden hacer un capítulo especial dedicado a los amantes de la cocina, la música y la patria.

Nuestros héroes del podría deciden una vez más innovar en las comunicaciones digitales, creando un formato de interacción totalmente nuevo y adelantado a su época: Responder preguntas de la gente.

Los muchachos del Podría se vuelven a sentar en la mesa de reuniones, para decidir cómo sera el nuevo mundo y por qué tendra esa forma.

En este capítulo el podría vuelve a sus orígenes como programa y deciden hablar de cine interrumpiendose de forma constante, divagando y atacando a otras personas. Si tienen información sobre rodillas con poco uso, ponganse en contacto con nosotros en @podriasermejor

El querido y aclamado comediante penquista Erwin Padilla, también conocido como @maldito.gordo, visita al Podría para amenazar de muerte a alguien que no se lo merece. O parece que sí. Preferimos no meternos en cosas raras.

Luego del vencimiento de su visa chilena, Esteban Araya, shinobi y ex ministro del interior, se ve forzado a abandonar el pais que lo vio surgir, arrastrando a Simón Saldivia y Sebastián Arancibia a tomar una serie de malas decisiones que culminaría en la compra de una nave espacial, una pistola con el número de serie limado y un paquete de charqui. Bueno el charqui, nada que decir sobre eso.

Claudio Michaux visita al Podríagang con el objetivo de venderles suplementos alimenticios, el Esteban sigue tras las rejas y el bigote de Simón ha crecido quizás demasiado. El Seba, todo bien.

No todo es lo que parece. En esta nueva semana en cautiverio los cabros dejan de lado las tibiedades, para exponer de una vez por todas los oscuros secretos y mentiras detrás de la Iglesia Católica, la Teletón y, por su puesto, los Power Rangers.

La podríagang sigue en cuarentena voluntaria, salvo por el querido tejón, que no puede salir de su casa porque los milicos le disparan. Lo raro es que lleva así desde junio. Sin palabras.

Gracias a los avances tecnológicos de Fulgor Lab, los cabros lograron contactarse, en medio de la cuarentena voluntaria, para grabar un nuevo capítulo del Podría Ser Mejor.

La moraleja de este capítulo es que el exceso de confianza es malo.

El Podría aún está de viaje. Esta semana llegaron a la estación El Tejón, la última parada antes del capítulo 50, para dedicar un capítulo completo a explorar y conocer al Sebita.

Esto es lo mismo que el capítulo pasado, pero con Simón. Los cabros se están preparando para el capítulo 50 hablando con un poquito más de seriedad, o eso nos dijeron.

En la cuenta regresiva al capítulo 50, los cabros prepararon este regalito. Un viaje a la mente de cada uno, comenzando con el querido Marqués de la Comedia, Esteban Araya. Referencias: Piaget, J. (1972). The Psichology of the Child. New York: Littlefield Adams.

Diego Torres, comediante penquista, vino desde las tierras lejanas de Concepción, a enseñarle a los cabros el verdadero significado del amor. Feliz Navidad.

Rodrigo Pantalla vino a revelar los orígenes del completo, para iluminar al Podría y a la gente bonita que lo escucha. Aunque para ser sinceros, terminaron hablando hartas cosas raras.